Una reflexión de Borja
No deja de sorprender que estos días "La Marsellesa", se haya convertido es una especie de himno a la Paz y contra el terrorismo. Al ambaro de la "tricolor" y "La Marsellesa", se cometió el primer genocidio de la historia (en La Vendée) y la letra de la canción destila odio en cada estrofa. Véase sino el estribillo:
¡A las armas, ciudadanos!
¡Formad vuestros batallones!
¡Marchemos, marchemos!
¡Que una sangre impura
inunde nuestros surcos!
La paz universal y la democracia que iba a traer la Guillotina provocó un siglo XIX agitado de Guerras intestinas en Europa y revoluciones sucesivas y un siglo XX con dos Guerras mundiales. Sí, la sangre se vertió a raudales como profetizaba la Marsellesa.
Por ello, no me parece que su canto, sea el mejor símbolo de la paz. En como si para "dibujar" la paz, en vez de una paloma con la rama de olivo (con sus reminiscencias bíblicas y el Arca de Noé), eligiéramos un quebrantahuesos con un hígado de cabra en el pico.
Las redes se han llenado de (falsas) banderas francesas. Ya sé que esta no es la verdadera bandera francesa, en referencia al fondo tricolor, pero el bordado -al menos- intenta arreglarlo.